Permite atacar el mal con precisión, poder y menos efectos colaterales. Ya está disponible en la Argentina.
Una nueva alternativa contra el Linfoma no Hodgkin ya está disponible en el país: se llama radioinmunoterapia y es un tratamiento que permite atacar el linfoma no Hodgkin con precisión, poder y menos efectos colaterales. A diferencia de la quimioterapia y de la radioterapia, la radioinmunoterapia (RIT) se dirige de manera específica a las células malignas sobre las que ejerce su acción antitumoral.
El nuevo tratamiento del laboratorio Schering es el primero en conjugar el Ibritumomab, un anticuerpo monoclonal específico para un tipo de célula cancerosa, con un emisor de radiación beta puro, el Itrio 90.
El Ibritumomab es el anticuerpo monoclonal que rastrea en el organismo las células del linfoma que son su blanco específico. Cuando las encuentra, se adhiere a la superficie del tumor, exponiendo las células malignas a la radiación Beta emitida por el Itrio 90.
De este modo cada acúmulo tumoral es irradiado y destruido de manera ultraespecífica con escasa afectación de los tejidos sanos. En ese mecanismo reside la eficacia y alta precisión del tratamiento.
Experiencia en Argentina
El linfoma no Hodgkin folicular es el más común de los linfomas: se diagnostica a entre 5 y 7 de cada 100.000 personas cada año.
Durante el año 2005, esta nueva terapia fue utilizada en un régimen compasivo en pacientes con linfoma no Hodgkin folicular que habían agotado ya las opciones terapéuticas disponibles y se encontraban gravemente enfermos.
La experiencia se llevó a cabo en el CEMIC y estuvo a cargo del doctor Roberto Cacchione, especialista en Hematología y además en Medicina Nuclear: “Diez pacientes fueron tratados en esa oportunidad con Zevamab (el nombre comercial de producto utilizado en el tratamiento) obteniéndose una respuesta global del 60%, que resulta muy alentadora teniendo en cuenta el estado avanzado de la enfermedad en dichos pacientes”, comentó Cacchione.
Los especialistas coinciden en que la radioinmunoterapia con Zevamab debe ser indicada, administrada y supervisada por médicos especialistas en oncohematología y medicina nuclear. Se requieren sólo dos visitas ambulatorias en un lapso de ocho días, para administrar el tratamiento en dos sesiones de alrededor de 3 horas.
La respuesta al tratamiento requiere control periódico estricto por parte del médico especialista.
Por el momento, la utilización del producto sólo está indicada en el tratamiento de pacientes con linfoma no Hodgkin folicular, recaídos o sin respuesta al tratamiento quimioterápico habitual.
Sin embargo, Zevamab es ahora objeto de numerosos estudios clínicos en centros altamente especializados de Europa y Estados Unidos, ya que los médicos están evaluando extender su utilización a diferentes tipos de linfomas no Hodgkin, como también su uso en fases más tempranas de la enfermedad.
Los linfomas no Hodgkin son un grupo de enfermedades malignas originadas en los ganglios linfáticos. Dentro de ellos, los linfomas llamados indolentes son motivo de constante investigación, ya que a pesar de su curso evolutivo lento, los tratamientos actualmente disponibles no evitan las reapariciones de la enfermedad, aun luego de un tratamiento inicial exitoso. Cada nueva reaparición del cáncer lleva implícito un peor pronóstico para el paciente, además de una disminución en su calidad de vida.
Los linfomas no Hodgkin son un grupo de enfermedades malignas originadas en los ganglios linfáticos. Dentro de ellos, los linfomas llamados indolentes son motivo de constante investigación, ya que a pesar de su curso evolutivo lento, los tratamientos actualmente disponibles no evitan las reapariciones de la enfermedad, aun luego de un tratamiento inicial exitoso. Cada nueva reaparición del cáncer lleva implícito un peor pronóstico para el paciente, además de una disminución en su calidad de vida.