Afirman que con
el Reiki
se podría
frenar el cáncer
En primer lugar, sus cultores sostienen que siempre va de la mano del tratamiento médico adecuado para que cada afección. El método es de origen japonés.
Desde hace dos décadas se conoce en casi todo el mundo la palabra Reiki, un sistema de transmisión y armonización energética y que identifica a su vez un sistema de sanación natural, es decir que logra un equilibrio o armonía entre los planos físico, emocional, mental y espiritual.
Sirve para todo: alivia desde problemas estomacales, enfermedades agudas, pre y post operatorios, depresión, estrés, insomnio, hasta enfermedades crónicas y terminales.
Aunque, siempre hay que tener en cuenta que este método no ocupa el lugar del médico o especialista, sólo intenta complementarlo.
Las personas habilitadas para dar Reiki aseguran que este procedimiento “aporta energía vital, produce relajación profunda y promueve la búsqueda de claridad y conexión interior”.
El método pude aplicarse a todo lo que tiene vida, por ejemplo a animales y plantas. La palabra japonesa Reiki significa Energía de Vida Universal.
Rei representa la energía que generó la vida, la que sostiene, que es la energía universal trascendente y ki es la energía individual.
El tratamiento lo hace sólo una persona iniciada en el ejercicio. Hay que dejar claro que cualquiera lo puede recibir, pero para administrarlo se debe, previamente, estar preparado por un maestro.
El empleo
La persona que lo aplica, apoya sus manos sobre el cuerpo en 12 posiciones básicas, que están orientadas a los órganos vitales más importantes, por lo tanto hacia los centros energéticos principales. Hay 4 posiciones en la cabeza, 4 en el frente del cuerpo y 4 de espalda.
Se comienza por un tratamiento de cuatro días consecutivos, de una hora aproximadamente, que de acuerdo a las necesidades del caso se determinará si es suficiente o si es conveniente seguir con las sesiones.
En cuanto al ambiente de la sesión, quienes lo aplican sostienen que la persona que va a recibir el tratamiento tiene que estar cómodo, en un lugar agradable, calefaccionado o ventilado, según la estación del año y si la persona lo desea pude escuchar música.
Sin embargo, no tiene nada que ver con lo que se logra, porque se puede dar y recibir el Reiki en medio de una guerra.
Una maestra que pertenece a The Reiki Alliance (es una asociación de maestros, con sede en Estados Unidos), afirmó que cuando usa este método “puede sentir diversas sensaciones o quizás nada”.
Pero al mismo tiempo dejó en claro que las sensaciones “no tienen nada que ver con que se transmita o no la energía”.
Las reacciones que tienen las personas que reciben el tratamiento pueden ser múltiples: el 90 por ciento se duerme -quizás no en la primera sesión, ya que quieren ver de qué se trata- otros irrumpen en llanto y otros se ríen o cantan.
Los iniciados explican que “pasa lo que esa persona necesite en ese momento; por ejemplo, algunos sienten ganas de hacer un montón de cosas que antes no podían o no querían”.
A lo lejos
Por otra parte, existe el “Reiki a distancia”, donde la persona capacitada, ya en un segundo nivel, envía energía a alguien determinado, que puede estar haciendo cualquier cosa, pero probablemente se de cuenta que le están haciendo la energía.
Por otra parte, un conocido terapeuta holístico, subrayó que quien aplica este tratamiento no es una persona que tiene energía especial, sino que “se convierte en un canal, que es una especie de cañería que se acondiciona para poder recibir esa energía y transmitirla. Por eso a la hora de elegir el reikista hay que hacerlo por recomendaciones de conocidos”.
La conocida psicóloga Regina Strenger, se acercó al método por necesidad, dada la angustia por la que estaba atravesando. En recientes declaraciones a la prensa dijo que “me inició una maestra, me hice autotratamiento, llegué a la causa de problema y logre mi armonización. Como terapeuta complemento el tratamiento psicológico con Reiki, ya que es un método que permite que afloren los conflictos en forma más rápida con la consiguiente metabolización de los mismos”
En fuentes especializadas se sostiene que a una persona a la que le aplicó la técnica se curó completamente de un cáncer.
Otro de los casos que se enumeran es el de una mujer que padecía de un tumor, que estaba internada, sin conocimiento, pero se le dio Reiki en el hospital durante cuatro días y al tercero ya se había despertado. Lógicamente, ambas recibían tratamiento médico.
Los que dan Reiki aseguran que es muy difícil determinar cuándo una persona está curada definitivamente porque se “pueden lograr alivios momentáneos o curaciones que se sostengan a lo largo del tiempo”. Todo dependerá del proceso de vida de cada individuo.
De cualquier manera, cuando se trata de padecimientos crónicos (o terminales) este tipo de terapia siempre acompaña al tratamiento médico correspondiente, y cuando el problema es menor, también es conveniente hacer una consulta con un profesional adecuado para el caso.