21 mayo 2007

MEDICINA

NOVEDOSO TRATAMIENTO APLICADO EN BUENOS AIRES YA SALVÓ MILES DE VIDAS
La terapia argentina que evita pérdidas de embarazos

La mitad de estos eventos se relacionan a una enfermedad de la sangre, la trombofilia. El uso pionero de un procedimiento anticoagulante logró resolver este problema, y ahora se emplea con éxito en varios países.

Actualmente el 3 por ciento de las mujeres en edad fértil padece pérdidas de embarazos recurrentes, es decir, dos o más embarazos frustrados. Alrededor del 50 por ciento de las causas de la interrupción son ginecológicas. Sin embargo, desde hace unos años la incógnita consistió en determinar el por qué del 50 por ciento restante.
El doctor Benjamín Brenner, investigador israelí, estableció una fuerte relación entre abortos recurrentes y trombofilia, un desorden de la sangre que produce mayor coagulación.
Posteriormente, una hematóloga argentina, la doctora Adriana Sarto, siguió sus pasos y comprobó que con el tratamiento mediante anticoagulantes (heparinas de bajo peso molecular) aún antes de la concepción, es posible que muchos de esos embarazos lleguen a término.
En la Argentina por citar un ejemplo -aunque no hay estadísticas precisas-, se estima que cada año se producen unos 38.000 abortos recurrentes y con esta terapia podrían llegar a buen término al menos 19.000 embarazos anuales.
Ganadora del Premio Edgardo Nicholson, otorgado al mejor trabajo de ginecología por la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires en el año 2001, la científica es precursora en el tratamiento con heparinas de bajo peso molecular para evitar abortos recurrentes, un problema que afecta a 1,5 mujeres de cada 100 en edad fértil.

La metodología

La doctora Sarto, que integra el equipo de un centro especializado en fertilización asistida (Halitus, Instituto Médico), explicó a la agencia noticiosa Pro-Salud News que “la trombofilia es un desorden de la coagulación de la sangre que se asocia al riesgo aumentado de trombosis, y cuyo origen puede ser hereditario o adquirido. Por otra parte, desde el año 1996, se sabe que también está asociada al riesgo aumentado de pérdida de embarazo”.
De inmediato puntualizó que “con respecto a la terapéutica, desde el año 1997 en el instituto mantenemos un mismo esquema que se diferencia de otros centros e incluso de otros países, porque fuimos los primeros en introducir el tratamiento pre-concepcional con heparina de bajo peso molecular, para mujeres que tenían el antecedente de abortos pre-clínicos, es decir pérdidas antes de la sexta semana, cuando todavía no se llega a identificar el saco embrionario”. Este tipo de abortos no había sido vinculado previamente con la trombofilia.
Con relación a los alcances de la terapia, la especialista destacó que “se logró reducir la tasa de aborto a 16 por ciento, pero ese no fue el único éxito, ya que también disminuimos la preeclampsia (una afección que pone en riesgo al embarazo) y mejoramos el peso de los bebés”.
Asimismo, afirmó que “si bien aún hay embarazos de mujeres tratadas que no llegan a término, esos abortos ocurren por otras causas genéticas que no están vinculadas con la trombofilia”. En cuanto al futuro de los bebés, la doctora Sarto se encargó de aclarar que “no se registra ningún tipo de efectos adversos en ellos porque la medicación no atraviesa la placenta; de cualquier manera, una vez que nacieron se sigue muy de cerca a los bebés para controlar su evolución”.

Investigación

Durante la investigación de la doctora Sarto, 162 mujeres cursaron un total de 180 embarazos bajo tratamiento con heparinas de bajo peso molecular, logrando una tasa de nacidos vivos del 84,5 por ciento. Ese fue el primer trabajo que demostró que el tratamiento antitrombótico disminuye la tasa de abortos preclínicos en mujeres con antecedentes de abortos recurrentes y trombofilia.
“De ese estudio surge que de cada 100 mujeres tratadas con esta clase de medicación antitrombótica, 85 pudieron llevar a término sus embarazos y hoy disfrutan de sus bebés. En este sentido, hay que tener en cuenta que si la mujer es menor de 35 años, la probabilidad de nacido vivo es del 94 por ciento, mientras que si la mujer tiene más de 40 años, debido al riesgo aumentado de aborto por causa natural, la tasa de nacido vivo desciende al 70 por ciento”, especificó la hematóloga.
Los resultados del segundo estudio realizado sobre 495 mujeres son aún más elocuentes ya que indican que, previo al tratamiento, éstas habían tenido 1541 embarazos, de los cuales sólo 239 llegaron a término (15.5 por ciento). Sin embargo, una vez iniciada la terapia, sobre 600 embarazos, 516 llegaron a término (86 por ciento).

Heparinas ¿qué son?

La heparina es un anticoagulante usado en varios campos de la medicina. Actúa sobre la trombina, una sustancia involucrada en la coagulación de la sangre. Existen dos grandes categorías de heparinas: las no fraccionadas y las de bajo peso molecular. Entre estas últimas, más modernas, se encuentra la enoxaparina que es la más estudiada y la que más publicaciones presenta en las indicaciones que se describen a continuación.
Entre sus múltiples usos se encuentran:
- Profilaxis de enfermedad venosa tromboembólica, especialmente aquella que podría estar relacionada con cirugía general u ortopédica.
- Tratamiento de trombosis venosa profunda, con o sin embolismo pulmonar.
- Tratamiento de angina inestable e infarto miocárdico no-Q, con administración concomitante de aspirina.

Para mayor información:
- Revista Medicina: http://www.medicinabuenosaires.com
- Instituto Halitus: http://www.halitus.com



Sobre el tan meneado tema de la legalización del aborto, el 48 por ciento de los lectores del Blog opinó en contra, el 44 por ciento expresó su aprobación, en tanto que el 8 por ciento dijo ser indiferente.