30 julio 2007

Aprenda a recuperar el placer
de comer, sin engordar
La mayoría de los regímenes alimenticios hacen bajar de peso, pero lo que se pierde es líquido y no grasa. Existe una alternativa más saludable, que apunta a la recuperación del goce de disfrutar la comida.

La obesidad es una enfermedad que está íntimamente ligada a la cultura y que se define como el exceso de grasa.
En la actualidad es el medio ambiente el que promueve una alimentación con muchas calorías, grasas y con exceso de azúcares concentrados. Además, a esto se le suma la inactividad física que representa la cultura del sedentarismo.
El actual medio ambiente es “obesógeno”: el delivery, las comidas rápidas, los almuerzos de trabajo e inclusive el propio hogar, dónde se come frente a la TV (y hasta la computadora), hablando por teléfono. En suma, el lugar para comer ya es “cualquier sitio”: el sofá, la cama, el escritorio, entre otros.
Este cambio en el estilo de vida ha llevado a un incremento alarmante de esta enfermedad -la obesidad- que representa entre el 2 y el 8 por ciento de los costos en salud.
En el plano científico, la obesidad se define por el índice de masa corporal que se obtiene dividiendo el peso por la altura al cuadrado en metros. Si el resultado es más de 25, presenta sobrepeso, si es 30 o más obesidad y más de 40 se trata de obesidad mórbida.

¿Las dietas no sirven?

Según el doctor Ricardo Olmedo, especialista en Obesidad y Trastornos Alimentarios, “hay dietas de todo tipo, muchas conocidas y difundidas habitualmente en las revistas. Todas hacen perder peso, pero lo que sucede es que, en realidad, lo que se pierde es más líquido que grasa. Lo mismo sucedería si la persona tomará un diurético: se baja de peso, pero no de grasa, sino de agua. Además, consisten en eliminar los hidratos de carbono. La principal preocupación científica es el efecto a largo plazo de las dietas bajas en hidratos de carbono y el exceso de grasa”.
El mismo profesional sostuvo que “las asociaciones de Cardiología recomiendan una dieta rica en frutas, verduras y legumbres, entre otros alimentos. La falta de hidratos puede provocar estados de cetosis, irritabilidad, deshidratación, y en casos graves arritmias cardiacas”

Planes Personalizados

Para sentirse bien lo adecuado es un plan personalizado, de acuerdo a las características de cada uno donde puede estar disminuida la frecuencia de algún alimento, pero no puede tener alimentos prohibidos. “En los planes de alimentación debe estar incluido dónde se come, qué tiempo se tiene, qué alimentos le gustan y cuales son las dificultades de cada individuo. No todas las personas son iguales, cada uno tiene una estructura corporal diferente y necesitan ser supervisados por un profesional”, subrayó Olmedo.
Tener un plan -un seguimiento personalizado- implica también que “el especialista está alejado del pensamiento vulgar y enseña los aspectos científicos, por ejemplo qué es una proteína, una verdura, un dulce y qué alimentos pueden hacerle mejor y cuáles no al paciente”, redondeó el médico.

Sentir placer

Para poder modificar conductas y adquirir nuevos aprendizajes hay que internarse en el medio ambiente adecuado, ir suplantando viejos hábitos con placer, palabra olvidada o prohibida cuándo se habla de perder peso. Algunos consejos son:
- Dedicarle un tiempo al momento del almuerzo o cena
- Comer despacio
- No hablar por teléfono mientras comemos
- No comer cuándo estamos disgustados o discutiendo
- Masticar bien los alimentos
La cuestión es lograr placer en el comer, placer con el medio ambiente y placer en las actividades cotidianas.
Recientes estudios cognitivos/conductuales demuestran que la posibilidad de realizar estas acciones se ven potenciadas en un spa, un lugar ideal para acompañar la iniciación de un programa para bajar de peso.
“El marco de un spa le permite al paciente estar alejado de las adicciones, poder realizar algún tipo de actividad física, contar con un equipo de apoyo permanente y a su vez comer sano y rico. Creo que las dietas son un mito del pasado. El hoy es tener un plan”, concluyó el especialista.



Fuente: Salud Integral
Más Información:
http://www.drricardoolmedo.com.ar