poderes curativos del Lapacho
Las propiedades terapéuticas se encuentran en la corteza interna. Posee la coenzima Q10 que se usa para famosas cremas anti arrugas. Ahora se está estudiando su positiva incidencia en el cáncer y el Sida
El lapacho es un árbol autóctono del sur de América Latina. En Argentina, Paraguay, Perú, Brasil y Bolivia crece en forma natural y sus ejemplares pueden llegar a medir 45 metros de alto con troncos de casi dos metros de diámetro y grandes flores de color púrpura.
Los guaraníes y otros grupos indígenas de la región utilizaban su madera para hacer utensilios y elementos varios.
De hecho, en Brasil al árbol se lo llama Pau D'Arco, o sea, palo de arco, porque con su madera fabricaban flechas. Además, los indios lo tomaban en infusión para tratar distintas enfermedades como malaria, anemia, colitis, problemas respiratorios, resfriados, tos, gripe, fiebre, artritis y reumatismo.
En la actualidad, la madera del lapacho también es muy valorada por su gran calidad pero, en las últimas décadas el mayor interés que despierta esta especie vegetal está en sus virtudes como planta medicinal.
Los secretos
"El lapacho es un adaptógeno auténtico, incluso es un eficiente antioxidante. Además tiene acción antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, antifunguicida y laxante", afirmó el doctor Hugo Golberg, vicepresidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina.
En Alemania, Italia, Francia y Brasil -donde grupos científicos siguen estudiando sus propiedades- el interés científico está centrado en dos temas: el cáncer y el SIDA. Sobre esto, Golberg explicó que "hay muchos trabajos de investigación científica hechos sobre la actividad anticancerígena del lapacho; y la actividad contra el HIV".
El centro de poder de los principios activos de la planta, se encuentra en la corteza interna y se comercializa en diferentes formatos. También se ofrece para preparar infusiones y consumirlo en forma de té y se incluye en el preparado de cremas antiarrugas.
Las bondades del lapacho se conocen y aprovechan en todo el mundo, y los principales países consumidores son Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.
Elixir americano
Para la fitomedicina, el lapacho es un árbol de tipo adpatógeno, es decir, adapta el organismo a situaciones externas y en consecuencia aumenta el rendimiento físico, intelectual y la reacción del sistema inmunológico.
En realidad, el adaptógeno más famoso es el ginseng. Otro ejemplo regional es la planta de coca. Mediante el coqueo (masticar hojas de la planta) la gente que vive en zonas de gran altura obtiene la energía para subsistir en condiciones climáticas muy adversas.
Sin embargo, gracias a su principio activo, el lapacho es un "adaptógeno auténtico y se usa en caso de baja inmunidad, debilidad, falta de energía y desequilibrios psicofísico en general", dijo Golberg.
Este árbol también inhibe la formación de radicales libres. Analizado más específicamente, las investigaciones indican que "actúa como antioxidante por la coenzima Q10 y los flavonoides que contiene", aclaró Golberg. Y es justamente gracias a esta coenzima que se lo incluye en las cremas cosméticas para combatir las arrugas del cutis.
En cambio, las propiedades anticancerígenas del árbol se deben a su principio activo llamado lapachol. En los años 60, comenzaron las primeras investigaciones y se sigue estudiando los efectos del lapachol puro sobre tumores ya que en animales demostraron una habilidad de encoger los tumores, reducir el dolor causado por ellos, e incluso remisiones completas.
Golberg además reveló que "se están haciendo investigaciones respecto de su actividad contra el virus del Sida (HIV)". Y señaló que tanto sobre tumores como sobre el virus del Sida, los estudios "están muy avanzados pero todavía no hay resultados concluyentes".
Contra bacterias e inflamaciones
Para uso medicinal, se utiliza la parte interna de la corteza del lapacho. Y se comercializa en forma de pastillas, jarabe, gotas o tinturas. También se vende la corteza para elaborar infusiones. Para que el té sea curativo se debe hervir 30 grs. durante diez minutos, dejar reposar, colar y tomar tres o cuatro veces al día.
De todas maneras, Golberg advirtió que "el extracto permite tener una valorización de principios activos mientras que el té no se puede valorizar. En el extracto, el lapachol y la lapachona que son los principios activos más importantes, están valorizados, estandarizados y cuantificados y permiten lograr el efecto buscado durante el tratamiento".
Las principales y comprobadas virtudes del lapacho están en su acción como analgésico, antioxidante, antiviral, antiinflamatoria, antibacteriana, antifunguicida y laxante.
Por eso, se lo prescribe en los tratamientos de fiebre, infecciones, resfríos, gripes, problemas respiratorios, úlceras de la piel, alergias, soriasis, sífilis, problemas gastrointestinales, artritis, reuma y trastornos de circulación.
Además, "también tiene una leve acción antidiabética; y tiene buenos resultados en el tratamiento de anemias porque facilita la formación de glóbulos rojos", sumó Golberg.
Finalmente, los especialistas puntualizaron que está contraindicado durante el embarazo para evitar el peligro del aborto y en pacientes que están tomando medicación anticoagulante, porque los principios activos tienen una actividad similar a la vitamina K, que es un anticoagulante.
Las propiedades terapéuticas se encuentran en la corteza interna. Posee la coenzima Q10 que se usa para famosas cremas anti arrugas. Ahora se está estudiando su positiva incidencia en el cáncer y el Sida
El lapacho es un árbol autóctono del sur de América Latina. En Argentina, Paraguay, Perú, Brasil y Bolivia crece en forma natural y sus ejemplares pueden llegar a medir 45 metros de alto con troncos de casi dos metros de diámetro y grandes flores de color púrpura.
Los guaraníes y otros grupos indígenas de la región utilizaban su madera para hacer utensilios y elementos varios.
De hecho, en Brasil al árbol se lo llama Pau D'Arco, o sea, palo de arco, porque con su madera fabricaban flechas. Además, los indios lo tomaban en infusión para tratar distintas enfermedades como malaria, anemia, colitis, problemas respiratorios, resfriados, tos, gripe, fiebre, artritis y reumatismo.
En la actualidad, la madera del lapacho también es muy valorada por su gran calidad pero, en las últimas décadas el mayor interés que despierta esta especie vegetal está en sus virtudes como planta medicinal.
Los secretos
"El lapacho es un adaptógeno auténtico, incluso es un eficiente antioxidante. Además tiene acción antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, antifunguicida y laxante", afirmó el doctor Hugo Golberg, vicepresidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina.
En Alemania, Italia, Francia y Brasil -donde grupos científicos siguen estudiando sus propiedades- el interés científico está centrado en dos temas: el cáncer y el SIDA. Sobre esto, Golberg explicó que "hay muchos trabajos de investigación científica hechos sobre la actividad anticancerígena del lapacho; y la actividad contra el HIV".
El centro de poder de los principios activos de la planta, se encuentra en la corteza interna y se comercializa en diferentes formatos. También se ofrece para preparar infusiones y consumirlo en forma de té y se incluye en el preparado de cremas antiarrugas.
Las bondades del lapacho se conocen y aprovechan en todo el mundo, y los principales países consumidores son Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.
Elixir americano
Para la fitomedicina, el lapacho es un árbol de tipo adpatógeno, es decir, adapta el organismo a situaciones externas y en consecuencia aumenta el rendimiento físico, intelectual y la reacción del sistema inmunológico.
En realidad, el adaptógeno más famoso es el ginseng. Otro ejemplo regional es la planta de coca. Mediante el coqueo (masticar hojas de la planta) la gente que vive en zonas de gran altura obtiene la energía para subsistir en condiciones climáticas muy adversas.
Sin embargo, gracias a su principio activo, el lapacho es un "adaptógeno auténtico y se usa en caso de baja inmunidad, debilidad, falta de energía y desequilibrios psicofísico en general", dijo Golberg.
Este árbol también inhibe la formación de radicales libres. Analizado más específicamente, las investigaciones indican que "actúa como antioxidante por la coenzima Q10 y los flavonoides que contiene", aclaró Golberg. Y es justamente gracias a esta coenzima que se lo incluye en las cremas cosméticas para combatir las arrugas del cutis.
En cambio, las propiedades anticancerígenas del árbol se deben a su principio activo llamado lapachol. En los años 60, comenzaron las primeras investigaciones y se sigue estudiando los efectos del lapachol puro sobre tumores ya que en animales demostraron una habilidad de encoger los tumores, reducir el dolor causado por ellos, e incluso remisiones completas.
Golberg además reveló que "se están haciendo investigaciones respecto de su actividad contra el virus del Sida (HIV)". Y señaló que tanto sobre tumores como sobre el virus del Sida, los estudios "están muy avanzados pero todavía no hay resultados concluyentes".
Contra bacterias e inflamaciones
Para uso medicinal, se utiliza la parte interna de la corteza del lapacho. Y se comercializa en forma de pastillas, jarabe, gotas o tinturas. También se vende la corteza para elaborar infusiones. Para que el té sea curativo se debe hervir 30 grs. durante diez minutos, dejar reposar, colar y tomar tres o cuatro veces al día.
De todas maneras, Golberg advirtió que "el extracto permite tener una valorización de principios activos mientras que el té no se puede valorizar. En el extracto, el lapachol y la lapachona que son los principios activos más importantes, están valorizados, estandarizados y cuantificados y permiten lograr el efecto buscado durante el tratamiento".
Las principales y comprobadas virtudes del lapacho están en su acción como analgésico, antioxidante, antiviral, antiinflamatoria, antibacteriana, antifunguicida y laxante.
Por eso, se lo prescribe en los tratamientos de fiebre, infecciones, resfríos, gripes, problemas respiratorios, úlceras de la piel, alergias, soriasis, sífilis, problemas gastrointestinales, artritis, reuma y trastornos de circulación.
Además, "también tiene una leve acción antidiabética; y tiene buenos resultados en el tratamiento de anemias porque facilita la formación de glóbulos rojos", sumó Golberg.
Finalmente, los especialistas puntualizaron que está contraindicado durante el embarazo para evitar el peligro del aborto y en pacientes que están tomando medicación anticoagulante, porque los principios activos tienen una actividad similar a la vitamina K, que es un anticoagulante.