La sociedad marca tendencia favoreciendo un estilo de belleza en el cual la delgadez es el ideal. Sin embargo, las cifras muestran que la prevalencia de los trastornos de peso en los niños, adolescentes y jóvenes es cada vez mayor. En casos extremos, en los cuales hay enfermedades asociadas, pueden realizarse cirugías que favorezcan la pérdida de los kilos de más.
El comienzo de la adolescencia es una etapa de cambios durante la cual se producen numerosas modificaciones en las formas del cuerpo.
Esa situación puede agravarse por la existencia de una serie de perjuicios o valores sociales que postulan como ideal de belleza la delgadez, cuánto más extrema mejor.
Sin embargo, las cifras de las principales sociedades científicas del mundo indican que el sobrepeso y la obesidad en adolescentes y jóvenes son dos pandemias en aumento, favorecidas no sólo por la disminución de las actividades físicas impulsadas por los colegios, por ejemplo; sino también por el aumento de actividades sedentarias como por ejemplo jugar a la computadora o chatear durante horas.
Escenario
Frente a esta bifurcación hay un aspecto al que es importante prestarle mucha atención: la contención, tanto de la familia y los amigos, como de los profesionales que además deberán encargarse de brindarle a los chicos toda la información necesaria para conocer cuál es la mejor opción de tratamiento para cada cuadro.
En los últimos años, la combinación del incremento de casos y la necesidad de combatir las enfermedades asociadas ha favorecido el desarrollo de cirugías que contribuyen al descenso de peso, aunque los tratamientos médicos y las terapias conductuales continúan siendo las principales herramientas del abordaje de la obesidad, especialmente en los más jóvenes.
El doctor Ezequiel Fernández, director del Centro de Rehabilitación Quirúrgica de la Obesidad, reveló que “la cirugía de obesidad no es de rutina en ningún caso, y muchos menos en la etapa infanto juvenil. Por eso debe utilizarse sólo para pacientes con obesidad mórbida, inmanejable desde lo médico, y cuando se presentan enfermedades asociadas como la hipertensión arterial o el colesterol, que comprometen la salud y complican la rutina diaria".
Por su lado, la licenciada, Patricia Alkolombre, integrante del equipo de Cirugía Bariátrica dijo que "lo más importante es hacer un abordaje integral y multidisciplinario del paciente. Desde nuestra área trabajamos desde el comienzo realizando la admisión de la persona que consulta y haciendo mucho hincapié en la contención y la información; razón por la cual cuando se trata de chicos o adolescentes, citamos también a los padres para que ellos estén al tanto de las instancias del tratamiento integral que puede incluir la realización de una cirugía bariátrica. Lo que tienen que entender los pacientes -y para eso se lleva adelante el seguimiento antes, durante y después de la cirugía- es que no se trata de un problema estético, sino que es un tema de salud".
De inmediato añadió que "el módulo estándar es de un año en el cual se espera que el paciente pueda interiorizar los cambios que se generan con la intervención. Igualmente ése tiempo puede prolongarse o acortarse dependiendo el estado anímico de cada uno y la situación familiar en la que se encuentre".
¿La operación?
Las técnicas quirúrgicas para el descenso de peso son numerosas y se clasifican en restrictivas, malabsortivas y mixtas. Las restrictivas son aquellas que limitan el volumen de la ingesta porque reducen la capacidad gástrica; las malabsortivas producen reducción de la absorción de grasas e hidratos de carbono; y las mixtas comparten la malabsorción y la restricción.
"En los pacientes infantojuveniles, las técnicas más adecuadas son las de tipo restrictivo pues las malabosortivas y las mixtas implican carencias vitamínicas y proteínas, sustancias indispensables para el desarrollo. Dentro de esta variante, las más utilizadas son la banda gástrica ajustable y la llamada gastrectomía tubular o 'sleeve gastrectomy' que se realiza mediante laparoscopía y consiste en extraer del organismo el sector del estómago que alberga el volumen más importante de alimentos, lo que genera que se alcance la saciedad más rápido”, postuló el doctor Fernández.
Al mismo tiempo se preocupó en aclarar que "las personas que nosotros operamos por lo general llegan luego de haber intentado muchas cosas con lo cual suelen estar muy bien informados. En ese momento comienzan un proceso preoperatorio de adaptación o preparación quirúrgica que puede extenderse por uno, dos o tres meses y que incluye la realización de una dieta especial para que se vaya achicando el hígado”. Vale aclarar que logrando bajar un 20 por ciento de su peso, una persona que padecía obesidad mórbida puede mejorar notablemente su estado de salud, reducir los factores de riesgo y revertir la disminución de la expectativa de vida calculada entre los 15 y 20 años.
En el país
En la Argentina, según diversos estudios, entre 25 y 30 por ciento de los chicos y adolescentes presentan sobrepeso, aún cuando el 93 por ciento de las personas que tienen kilos de más sabe que su salud puede verse seriamente afectada.
Consultada por la agencia noticiosa Pro-Salud News acerca de la incidencia del exceso de peso en el desarrollo de problemas a futuro, la doctora Valeria Hirschler, especialista en nutrición del Hospital Durand de Buenos Aires consignó que "los niños y adolescentes con exceso de peso presentan más riesgo cardíaco que quienes no lo tienen. El inconveniente es que faltan estudios longitudinales que permitan observar esta progresión a lo largo de los años".
Respecto a la presencia de factores de riesgo la misma especialista concluyó que "no es que antes no hubiera niños con colesterol o presión alta, lo que ocurre es que ahora hay mucho más conocimiento del riesgo que eso implica y por lo tanto se realizan más consultas. Sin embargo, es imposible no reconocer que actualmente factores como la televisión y las computadoras, llevan al sedentarismo, primer paso para llegar a la obesidad".
Más información:
- Sociedad Argentina de Nutrición (SAN): http://www.sanutricion.org.ar
- Centro de Rehabilitación Quirúrgica de la Obesidad: http://www.bariatrica.com.ar
El comienzo de la adolescencia es una etapa de cambios durante la cual se producen numerosas modificaciones en las formas del cuerpo.
Esa situación puede agravarse por la existencia de una serie de perjuicios o valores sociales que postulan como ideal de belleza la delgadez, cuánto más extrema mejor.
Sin embargo, las cifras de las principales sociedades científicas del mundo indican que el sobrepeso y la obesidad en adolescentes y jóvenes son dos pandemias en aumento, favorecidas no sólo por la disminución de las actividades físicas impulsadas por los colegios, por ejemplo; sino también por el aumento de actividades sedentarias como por ejemplo jugar a la computadora o chatear durante horas.
Escenario
Frente a esta bifurcación hay un aspecto al que es importante prestarle mucha atención: la contención, tanto de la familia y los amigos, como de los profesionales que además deberán encargarse de brindarle a los chicos toda la información necesaria para conocer cuál es la mejor opción de tratamiento para cada cuadro.
En los últimos años, la combinación del incremento de casos y la necesidad de combatir las enfermedades asociadas ha favorecido el desarrollo de cirugías que contribuyen al descenso de peso, aunque los tratamientos médicos y las terapias conductuales continúan siendo las principales herramientas del abordaje de la obesidad, especialmente en los más jóvenes.
El doctor Ezequiel Fernández, director del Centro de Rehabilitación Quirúrgica de la Obesidad, reveló que “la cirugía de obesidad no es de rutina en ningún caso, y muchos menos en la etapa infanto juvenil. Por eso debe utilizarse sólo para pacientes con obesidad mórbida, inmanejable desde lo médico, y cuando se presentan enfermedades asociadas como la hipertensión arterial o el colesterol, que comprometen la salud y complican la rutina diaria".
Por su lado, la licenciada, Patricia Alkolombre, integrante del equipo de Cirugía Bariátrica dijo que "lo más importante es hacer un abordaje integral y multidisciplinario del paciente. Desde nuestra área trabajamos desde el comienzo realizando la admisión de la persona que consulta y haciendo mucho hincapié en la contención y la información; razón por la cual cuando se trata de chicos o adolescentes, citamos también a los padres para que ellos estén al tanto de las instancias del tratamiento integral que puede incluir la realización de una cirugía bariátrica. Lo que tienen que entender los pacientes -y para eso se lleva adelante el seguimiento antes, durante y después de la cirugía- es que no se trata de un problema estético, sino que es un tema de salud".
De inmediato añadió que "el módulo estándar es de un año en el cual se espera que el paciente pueda interiorizar los cambios que se generan con la intervención. Igualmente ése tiempo puede prolongarse o acortarse dependiendo el estado anímico de cada uno y la situación familiar en la que se encuentre".
¿La operación?
Las técnicas quirúrgicas para el descenso de peso son numerosas y se clasifican en restrictivas, malabsortivas y mixtas. Las restrictivas son aquellas que limitan el volumen de la ingesta porque reducen la capacidad gástrica; las malabsortivas producen reducción de la absorción de grasas e hidratos de carbono; y las mixtas comparten la malabsorción y la restricción.
"En los pacientes infantojuveniles, las técnicas más adecuadas son las de tipo restrictivo pues las malabosortivas y las mixtas implican carencias vitamínicas y proteínas, sustancias indispensables para el desarrollo. Dentro de esta variante, las más utilizadas son la banda gástrica ajustable y la llamada gastrectomía tubular o 'sleeve gastrectomy' que se realiza mediante laparoscopía y consiste en extraer del organismo el sector del estómago que alberga el volumen más importante de alimentos, lo que genera que se alcance la saciedad más rápido”, postuló el doctor Fernández.
Al mismo tiempo se preocupó en aclarar que "las personas que nosotros operamos por lo general llegan luego de haber intentado muchas cosas con lo cual suelen estar muy bien informados. En ese momento comienzan un proceso preoperatorio de adaptación o preparación quirúrgica que puede extenderse por uno, dos o tres meses y que incluye la realización de una dieta especial para que se vaya achicando el hígado”. Vale aclarar que logrando bajar un 20 por ciento de su peso, una persona que padecía obesidad mórbida puede mejorar notablemente su estado de salud, reducir los factores de riesgo y revertir la disminución de la expectativa de vida calculada entre los 15 y 20 años.
En el país
En la Argentina, según diversos estudios, entre 25 y 30 por ciento de los chicos y adolescentes presentan sobrepeso, aún cuando el 93 por ciento de las personas que tienen kilos de más sabe que su salud puede verse seriamente afectada.
Consultada por la agencia noticiosa Pro-Salud News acerca de la incidencia del exceso de peso en el desarrollo de problemas a futuro, la doctora Valeria Hirschler, especialista en nutrición del Hospital Durand de Buenos Aires consignó que "los niños y adolescentes con exceso de peso presentan más riesgo cardíaco que quienes no lo tienen. El inconveniente es que faltan estudios longitudinales que permitan observar esta progresión a lo largo de los años".
Respecto a la presencia de factores de riesgo la misma especialista concluyó que "no es que antes no hubiera niños con colesterol o presión alta, lo que ocurre es que ahora hay mucho más conocimiento del riesgo que eso implica y por lo tanto se realizan más consultas. Sin embargo, es imposible no reconocer que actualmente factores como la televisión y las computadoras, llevan al sedentarismo, primer paso para llegar a la obesidad".
Más información:
- Sociedad Argentina de Nutrición (SAN): http://www.sanutricion.org.ar
- Centro de Rehabilitación Quirúrgica de la Obesidad: http://www.bariatrica.com.ar