de la Expresión Corporal
Termina con los dolores cervicales, de espalda y cuello. Corrige malos hábitos postulares. Además, es ideal para quienes desean mejorar su forma de caminar. No tiene límites de edad.
Para lograr tener un cuerpo siempre saludable, que se mueva correctamente, es importante mantener activa toda su estructura física y mental.
Con la Expresión Corporal se puede lograr mejorar -y reeducar- los hábitos posturales deficientes, que generalmente son los responsables de dolores de espalda, cuello y articulares.
Antecedentes
Según Patricia Stokoe, la principal impulsora del método en Argentina (en la década del ´50) la E.P. se fundamenta en “el movimiento, el gesto, el ademán mediante el cual la persona se expresa a través de si misma. Es la danza al alcance de todos”.
Por su parte, la profesora Mónica Urso -que ofrece clases en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez- dijo que ella utiliza un método que “combina la expresión corporal, la eutonía, la danza y la técnica de Alexander. Se centra, sobre todo, en ejercicios suaves, acompañados de buena música y en un ambiente agradable, divertido y sin monotonía”.
Su utilidad
“Nos ayuda a conocer nuestro cuerpo, fortaleciendo y otorgando elasticidad a los músculos y articulaciones, logrando movimientos saludables, armónicos y placenteros”, explicó Urso, cuyas clases son para pequeños grupos, de no más de 5 personas.
Sobre los logros de esta practica señaló que “corrige defectos posturales y presta especial atención a la columna, cuello, ubicación de la cabeza, los hombros, la forma de pisar y la dirección de las rodillas. De esta manera logramos un cuerpo más armonioso y mejoramos la calidad de vida”
El estilo de trabajo en las clases es muy suave, sin movimientos bruscos ni torsiones exageradas: “Preparamos el cuerpo para el movimiento desde la distensión, luego de la primera premisa que es relajar antes de actuar. Generalmente mis alumnas suelen comentar que terminan las clases como si tuvieran aceite en las articulaciones, como si flotaran. Salen muy relajados”
Además subrayó que “no somos terapeutas, somos profesores especializados en la educación para la salud”.
Malas costumbres
Para recobrar la movilidad y la vitalidad de los músculos que el ritmo y las tareas diarias han retraído e incluso atrofiado, se localizan los nudos de cada uno y se aprende a disolverlos mediante movimientos correctos y adecuados.
La profesora reveló que “sin saberlo a lo largo de los años, todos hemos maltratado y deformado nuestro cuerpo en diversas maneras. Y es el cuerpo el que nos lo indica, haciéndonos padecer dolores de espalda, cervicales, mala postura, dificultades en la respiración afonías, fatigas, tensión. Nos manda el mensaje claro que lo estamos tratando mal”.
Con las clases se “despiertan todas las zonas dormidas o débiles de la musculatura eliminando los dolores y rigideces musculares. Trabajamos a favor del cuerpo sin forzarlo y sin exigirle demasiado”.
Para todos
Este método se adapta a todas las edades y estados físicos: “Cada persona aprende en las clases a escuchar a su cuerpo y va avanzando en la medida de sus posibilidades, sin prisa y sin competir con nadie”, se preocupó en aclarar la profesora Urso, que antes dictó clases y talleres en las ciudades argentinas de Mar del Plata, la Capital Federal y Vicente López.
Entre las incontables bondades de la técnica se destacan la asistencia de personas que acuden por dolores de espalda, escoliosis, jaquecas, ciática, lumbago, desordenes respiratorios y otros que lo hacen simplemente para mejorar su forma de caminar y de lograr la belleza del movimiento: “Creo fervientemente que está dirigida a cualquier individuo que desee sentirse más libre en su cuerpo, además de subsanar malestares físicos”, redondeó la especialista.
Finalmente la profesora puntualizó que la Expresión Corporal “no es una medicina alternativa o un tratamiento como pueden ser la acupuntura o la quiropráctica. Quienes vengan a clases serán tratados como alumnos y no como pacientes, ya que el objetivo es reeducar los movimientos y la musculatura para corregir los malestares físicos originados en los malos hábitos posturales”.