16 diciembre 2007

MASCOTAS
¡Cómo cuidarlas
durante el viaje!

Son parte de la vida cotidiana, y muchos creen que deben disfrutar de las vacaciones de la misma manera que sus amos. Una guía practica de recomendaciones, que permite planificar el periplo sin sorpresas desagradables.

Quien viaja con su mascota la ama. Partiendo de esa afortunada premisa, la comodidad y bienestar del animal es uno de los factores que se deben atender. También habrá que cuidar ciertos aspectos legales. Y, por último -aunque por cierto no menos relevante-, hay ciertos detalles prácticos que no deben dejarse de lado, sobre todo si se viaja en avión, tren, barco, u otro transporte público.
Cuando el animal viaja, su documentación debe ir con él. Tratándose de perros y gatos -las mascotas “standard”-, es necesario llevar el certificado antirrábico no vencido, aún dentro del país. Se suma el certificado de salud emitido por un veterinario y el comprobante del Lazareto cuando se viaja al extranjero.
En este caso casi seguramente habrá que completar algún otro tipo de requisito, a criterio de las autoridades del país de destino, por lo que se recomienda informarse adecuadamente en los correspondientes consulados.
En el de España, por ejemplo, se pide además una declaración jurada donde el propietario se compromete a no vender el animal en territorio de aquel país.
Estos mismos trámites son suficientes, por lo general, para las compañías aéreas u otras, aunque siempre será conveniente consultar con la debida antelación. Hasta es posible encontrarse con alguna sorpresa agradable: varias líneas, por ejemplo, no sólo no cobran ningún canon adicional por transportar animalitos sino que hasta presta jaulas especiales para ellos, cualquiera sea su tamaño. Están disponibles en los principales aeropuertos del país, pero siempre será conveniente pedir el servicio con anticipación, en caso de que deban transferirla de uno a otro.

Los inquietantes

Si se trata de animales peligrosos o “difíciles”, deberán viajar en jaulas o contenedores especialmente acondicionados y requerirán una consulta en la oficina de Servicios Especiales. La misma también se ocupará de tomar la solicitud de que se alimente o dé agua durante el viaje, aunque por lo general las mascotas viajan sedadas por recomendación de sus propios veterinarios. Por supuesto, transitan en las bodegas especiales, y presurizadas.
Esto no es necesario a bordo de una embarcación. En los trasbordadores de Buquebús, por ejemplo, irá dentro del vehículo, si se viaja con auto. O en la bodega de equipajes, con bozal y correa firme, en el caso de los perros.
Si de trenes se trata, la única empresa que presta servicios interurbanos en la Argentina (Ferrobaires, a la costa atlántica) despacha las mascotas en vagón-encomienda. Por lo que, sus propietarios deberán optar por los convoyes que lo lleven (tres frecuencias semanales de ida y otras tantas de vuelta). Deberán ir en jaulas adecuadas, no presentar rasgos de enfermedad o infección, y ser despachados con una hora antes de la partida, en la oficina de “Encomiendas”.
Si se desea que al animal sea alimentado -o se le dé de beber- habrá que entregar la comida y el alimento al encargado que acompaña la carga. Para el transporte de mascotas rige una tarifa especial.

El Bienestar del Amigo


Hasta aquí, los aspectos “formales”. ¿Pero cómo afecta el viaje al animal? ¿Cuál es la mejor forma de cuidarlo y evitar accidentes o descomposturas?
Si se viaja en automóvil y el perro o gato está acostumbrado, difícilmente un viaje más largo pueda afectarlo. Aunque siempre será conveniente que no alimentarlo o hacerlo muy livianamente, desde unas horas antes de partir, para evitar vómitos.
En caso de que el animal sea muy nervioso o no esté acostumbrado a viajar, quizá sea mejor sedarlo un poco, para evitar tensiones y descomposturas, además de los nervios de sus amos. Es necesario entonces consultar al veterinario. Antes y durante el viaje habrá que darle de beber, pero en poca cantidad.
El agua es un detalle a cuidar especialmente durante el viaje y las vacaciones. Sin necesidad de que esté contaminada, el agua “de canilla” que se consiga por el camino o en otra localidad puede contener sales u otros compuestos diferentes a los que está acostumbrado el organismo del animal. Ese cambio puede producir diarreas o, más excepcionalmente, vómitos y otros desórdenes de salud. El problema se evita fácilmente dándole agua mineral o agua de la casa, que se lleve en un bidón.
Puede ser también que el viaje -o la nueva vivienda- afecte psicológicamente a la mascota. Para hacer más fácil la adaptación habrá que llevar también sus enseres “personales”: sus propios recipientes para la comida y el agua, mantita, juguetes, etc.
Sin llegar al extremo de llevarle hasta la cucha (a no ser que se trate de un chihuahua), con esto más la compañía de sus dueños bastará para que se adapte con facilidad.
Una precaución adicional: al llegar a la nueva casa (aunque sea temporaria), mantener puertas y ventanas cerradas por unas horas. Mientras se lo acompaña y acaricia, deje que el animal olfatee los equipajes y las ropas de los dueños. Así identificará al ambiente como amigable, lo reconocerá, tomará confianza y se adaptará a él.
Si bien estas recomendaciones son válidas para todo tipo de mascota, es necesario tener en cuenta que los gatos aborrecen los cambios de domicilio. Lo mejor será evitarles todo tipo de viaje o traslado, a menos que sea imprescindible.

No hay que dejar nunca a los perros dentro de un auto detenido y cerrado. Es posible que si el auto se encuentra estacionado al rayo del sol, no baste con dejar sólo una ventanilla entreabierta. Los perros pueden sufrir un golpe de calor con resultados fatales.

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Recomendaciones para las Fiestas

Cuando usted haga sus planes para éstas fiestas, no olvide incluir a sus mascotas. Usted debe de estar conciente de los riesgos que existen en esta época. Conocerlos y prevenirlos hará que sus celebraciones tengan un recuerdo feliz para cada miembro de su familia.
Huesos. No les dé de comer huesos de pollo, pavo o cerdo. Recuerde que los huesos pequeños se pueden quedar atrapados en la garganta, estomago o tracto intestinal.
Grasa. Los pellejos tienen mucha grasa, y esto causa severos problemas estomacales.
Cables. A los gatos y cachorros les gusta morder los cables eléctricos. Asegúrese que éstos no estén al alcance de ellos, podrían llegar hasta electrocutarse.
Velas. Colóquelas fuera del alcance de cachorros, gatos y perros con colas largas. Podrían ocasionar un serio problema a sus viviendas y quemaduras serias a sus mascotas.
Árboles de Navidad. Asegúrese de colocarlos bien seguros. Los gatos se trepan a ellos y los perros de cola larga los podrían botar. Si los rocía con spray de olor, éstos pueden ocasionar gastritis severa en sus mascotas.
Cohetes y fuegos artificiales. Mantenga a las mascotas en un lugar seguro y tranquilo. Déjelos en su camita, con agua fresca a su alcance. Evite que se salgan a la calle. Las quemaduras por éste tipo son graves. Además a la mayoría de ellos el ruido les ocasiona mucho miedo.