09 mayo 2007

SE CONOCEN ESTUDIOS HECHOS EN ESTADOS UNIDOS
La fe religiosa atenúa
las crisis de salud


Hace pocas semanas, un estudio científico hecho en los Estados Unidos aseguraba que rezar por un enfermo no mejoraba la salud de dicho enfermo.
Pero, como suele suceder en materias de tipo espiritual, otra investigación aseguró que la fe religiosa ayuda a las personas a enfrentar experiencias médicas estresantes como una cirugía del corazón.
"Estos hallazgos implican que los profesionales de la salud física y mental deberían estar más atentos al factor de la fe como un trampolín de inspiración o motivador en algunos contextos", puntualizó Amy L. Ai, autora principal del experimento de la Universidad de Washington, Seattle.

La experiencia

El estudio se realizó en 309 pacientes cardiacos y concluyó que las creencias religiosas positivas dan a las personas un sentimiento de esperanza y apoyo social.
Por otro lado, los pensamientos religiosos negativos o los problemas basados en la fe, como las dudas religiosas, resentimientos hacia Dios u otras reacciones similares, podrían retrasar la recuperación.
"Estos puntos parecen ser la clave en la comprensión de cómo la manera de vivir una religión puede ser beneficioso o perjudicial para el modo en que una persona afronta una situación estresante", explicó Ai, que además de publicar sus conclusiones las acaba de presentar en la última reunión de la convención anual de la American Psychological Association.
El trabajo encontró que el apoyo y la esperanza social procedentes de las creencias espirituales se relacionan con una menor ansiedad y depresión posquirúrgica en pacientes que usaron sus "estilos religiosos positivos de enfrentamiento" en sus vidas diarias.
Como corolario la científica dijo que "los que se sienten más apoyados en este momento crítico se sienten más esperanzados respecto a su recuperación".

Otras pruebas

Uno de los investigadores del tema, el doctor Herbert Benson, autor del libro "Curación sin tiempo, el poder y la biología de las creencias", demostró a través de estudios científicos propios y de otros investigadores el efecto curativo de la fe: "Activar la mente para curar al cuerpo no es un proceso mítico", aseguró.
Las razones, las comprobaciones, el efecto placebo, el poder de las oraciones.
La existencia de numerosas prácticas curativas asociadas con la fe y las creencias, motivó a Benson a investigar la base científica y espiritual de la autocuración: "Esto no significa que sea necesario creer en una religión para curarse, pero para mucha gente este tipo de herramientas resulta muy poderosa".
Los psicólogos Stanislav Kasl y Ellen Idler, investigadores de las universidades norteamericanas de Yale y Rutgers respectivamente, probaron que católicos, protestantes y judíos, abiertamente religiosos y practicantes, eran mucho menos propensos a enfermarse que las personas que no asistían a iglesias o congregaciones de fe. El estudio se basó en 3.000 personas mayores, quienes además se mostraron muy independientes.
Finalmente, según la encuesta que efectuó durante las últimas 2 semanas el Blog Salud Integral entre sus lectores, el 75 por ciento opinó que las oraciones tienen poder curativo.