10 mayo 2007

SEXUALIDAD

Las fantasías sexuales
¿En qué piensan los hombres y las mujeres cuando llega la hora del placer?

El mundo de la realidad y el de la fantasía en ocasiones se encuentran separados por una delgada línea. Forman parte de la vida de la mayoría de las personas, sin embargo, integran la compleja trama de la sexualidad en la pareja y pueden generar tanto satisfacción como insatisfacción.
Pero, ¿qué son las fantasías?, no son más que creaciones personales que apuntan siempre a la realización de un deseo, y también -como todo ejercicio de creación- a la práctica de un determinado rol.

El arranque

La fantasía es un prodigio psíquico que existe desde la niñez. A medida que el tiempo va pasando, esos deseos se van transformando.
“Comienzan en la pubertad, con la imaginación de caricias o demostraciones de ternura. A medida que va creciendo, el adolescente fantasea respecto a relaciones con otras personas y así define el rol que le gustaría tener en la vida, generalmente los adolescentes se imaginan como amantes o como espectadores de una situación amorosa”, explicó la doctora Beatriz Literat, ginecóloga y sexóloga clínica del departamento de disfunciones sexuales de Halitus, instituto especializado argentino.
Estos pensamientos satisfactorios cumplen un rol muy importante, a los retraídos los ayuda a practicar mentalmente la situación para luego poder concretarla: “No es conveniente pensar la fantasía como producto de una insatisfacción, sino como la expectativa de un deseo, con aquello que uno supone que le gusta, con cosas que le van a dar placer al sujeto. En este
sentido las fantasías pueden ser ilimitadas (en la cantidad de personas, en los sexos o en las historias que interpreten)”,
dijo la licenciada Isabel Carraro, psicoanalista argentina y coordinadora docente del Centro Dos de Buenos Aires
Las quimeras suelen actuar como consuelo, cuando ponen en juego una situación que, aunque no ha ocurrido y tal vez nunca ocurrirá, produce sensaciones satisfactorias.
“En la terapia de pareja se utiliza como recurso el contar las fantasías. El cerebro libera neurotransmisores que incrementan el deseo sexual, en los casos en los que este se encuentra inhibido, un problema muy extendido”, afirma Literat.

To say or not to say

¿Es bueno contar las intimidades?, las opiniones se encuentran enfrentadas...
1) Algunos sexólogos sostienen que estimular a las mujeres a contar sus fantasías puede ocasionar cambios profundos en la pareja, es así que se corre el riesgo de perder un campo tan exclusivo como individual: el erotismo: “La fantasía es un producto de la imaginación y no tiene el objetivo de pasar a la realidad. La expectativa de la fantasía es, fundamentalmente, que sea un desarrollo del ámbito del pensamiento, de la creación e imaginación del sujeto”, opinó Carraro.
2) Contar las fantasías sexuales puede ser bueno en la medida en la que mejore a la pareja, pero si trae como consecuencia la pérdida de la confianza y el recelo, no resulta una buena elección: “Compartir las fantasías sexuales en la pareja a veces puede relanzar el deseo o acrecentarlo. Pero también puede generar rechazo en el partenaire o inhibición; esto sucede cuando la fantasía de uno no es compatible con la del otro, o toca algún punto sensible de la pareja”, fundamentó la psicologa Andrea González.

¿Atrevidas?

Cada pareja tiene sus propias reglas internas, y lo que es aplicable a una, no siempre lo es otra. Mientras que algunos prefieren hablar de lo que sienten, otros optan por el silencio.
En esa materia, las aguas se dividen entre los que quieren saber qué ronda la imaginación de su pareja y los que no. Algunos inclusive se cuentan las fantasías y las incorporan a la vida conyugal. El secreto está en que haya una buena comunicación para que las parejas puedan negociar y adaptar las propias fantasías a una realidad posible, en algunas ocasiones estas se pueden realizar, pero en otros casos son desmesuradas y, salvo que la pareja comparta la misma ideología, es mejor reservarlas y esto ocurre cuando las fantasías incluyen a terceras personas, lo cual puede provocar celos o angustia.
El rol que cumplen siempre es el mismo: liberan endorfinas, las famosas sustancias encargadas de brindar placer y desencadenar la liberación de sustancias químicas que provocan en el cuerpo reacciones parecidas a las de un verdadero deseo sexual.

En qué piensan las mujeres...
- Fantasías auditivas (una voz, un sonido, etc.)
- Sometimiento sexual
- Fantasías con otras mujeres
- Fantasías de cortejo, preludio o juego amoroso
- Imágenes románticas
- Fantasías en las que se sitúan como el centro de una actividad sexual en la que participa más de un hombre

Y los hombres
- Fantasías visuales (películas eróticas o pornográficas, fotos, etc.)
- Fantasías genitales
- Fantasías con mujeres voluptuosas
- Rol dominante
- Harem, relaciones sexuales con varias mujeres
- Ver a su pareja teniendo relaciones con otra persona


Mas Información: Halitus // www.halitus.com
Centro Dos: www.centrodos.com.ar