01 agosto 2008

Cáncer de Mama / Tratamientos

La actividad física desde la niñez
ayuda a protegerse del cáncer de mama

Hace aproximadamente un año, una investigación realizada por profesionales de la Universidad del sur de California en Estados Unidos postulaba -en sus resultados- que el ejercicio físico es uno de los factores que contribuyen a reducir la incidencia del cáncer de mama, la enfermedad más frecuente a nivel mundial, en el universo femenino.
En este sentido, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registran un millón y medio de nuevos casos por año. Sin embargo, vale destacar que contrariamente a las creencias de la población general, para las mujeres son las enfermedades del corazón y no el cáncer de mama, las que más vidas se cobran.

Avances

Siguiendo la línea del ensayo anterior, actualmente, una nueva aproximación a este factor agrega un dato clave: cuanto antes empiece la actividad física, mejor.
De hecho, el doctor Graham Colditz, líder del equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, dijo que "nuestro trabajo se orientó a remarcar los beneficios que tiene seguir una rutina de actividad física durante toda la vida, comenzando antes de la adolescencia. Esto significa que no sólo hay que cuidarse luego de la menopausia".
La población involucrada en el estudio -que se extendió por seis años-, estuvo conformada por 65 mil enfermeras de entre 24 y 42 años que debieron responder un extenso cuestionario cuyas preguntas se remontaban a los primeros años de juventud. De todas ellas, 550 debieron enfrentar el diagnóstico de cáncer de mamá, en todos los casos antes de la menopausia.
"No es necesario ser una gran atleta; basta con estar siempre en movimiento, sobre todo entre los 12 y los 22 años. Podemos afirmar que las mujeres que son físicamente activas durante la adolescencia y la juventud presentan 23 por ciento menos posibilidades de padecer cáncer de mama", refirió el doctor Colditz en las conclusiones de la investigación que forman parte de la última edición de la publicación Journal of the National Cancer Institute.
En cuanto a la cantidad, el promedio de las beneficiadas declaró realizar tres horas, 15 minutos de trote o caminata durante la semana.
Con respecto a la explicación, la disminución en el riesgo de contraer la enfermedad podría deberse una cadena de factores y cambios metabólicos que se combinan con las variaciones generadas en la producción de estrógenos, hormona exclusiva de las mujeres.

En Argentina

Por su parte, el doctor Mario Bruno, médico oncólogo, jefe del Servicio de Oncología del porteño Hospital Álvarez puntualizó que "en la mayor parte de los casos, el cáncer de mama está relacionado con la producción de estrógenos, que se desarrolla en el ovario, en el tejido graso y en la glándula suprarrenal, y es el factor desencadenante de esta condición. Las mujeres obesas o con exceso de peso presentan una mayor producción de estrógenos. Si tenemos en cuenta esta situación y tomamos el ejercicio físico como una herramienta para eliminar los kilos de más, encontramos que si bien hay una gran cantidad de factores que influyen para que el cáncer de mama aparezca o no, realizar ejercicio y evitar el sobrepeso conlleva una disminución en la producción de estrógenos y, por ende, del riesgo de padecer la enfermedad".
Igualmente, cabe destacar que el especialista se encargó de aclarar que más allá de la importancia no sólo de realizar actividad física sino también de mantener una adecuada alimentación y no fumar, entre otros factores; el cáncer de mama es una afección en la cual intervienen otras cuestiones de mayo complejidad como por ejemplo la herencia.

Más información:
- Organización Mundial de la Salud (OMS): http://www.who.int/es
- Journal of the National Cancer Institute: http://jnci.oxfordjournals.org/
- Universidad de Washington: http://www.washington.edu/