Alrededor de 20 millones de niños cada año nacen con un peso inferior a los 2,5 kilogramos. El 96 por ciento de estos bebés llega al mundo en países en vías de desarrollo.
Las mujeres que toman suplementos vitamínicos durante la gestación disminuyen el riesgo de que sus hijos nazcan muy pequeños, tanto de peso como de tamaño, según indica un estudio hecho público por el diario El Mundo, de Madrid
Sin embargo, estos complementos no influyen en el número de partos prematuros ni en el riesgo de muerte fetal.
Realidad
El bajo peso al nacer se relaciona con una mayor mortalidad infantil y con más riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre ellas trastornos coronarios y diabetes. La nutrición de las madres influye en el crecimiento del feto y su supervivencia.
En los países desarrollados los suplementos vitamínicos se dan de manera rutinaria a las embarazadas, pero esta práctica no está tan extendida entre los países en vías de desarrollo.
Una investigación realizada en Dar es Salaam (Tanzania) entre 2001 y 2004 con 8.468 embarazadas entre 12 y 27 semanas que no estaban infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha comprobado los efectos de las vitaminas en el peso de los bebés.
Tras dividir a las participantes en dos grupos, uno en el que las mujeres recibían suplementos vitamínicos hasta seis semanas después del parto y otro en el que tomaban un placebo, los autores vieron que el 7,8 por ciento de los hijos de madres que habían tomado vitaminas nacía con bajo peso, frente al 9,4 por ciento del grupo placebo.
Asimismo, los suplementos, que contenían vitaminas B, C y E, también redujeron el riesgo de anemia de las madres.
Sin embargo, estos complementos no influyen en el número de partos prematuros ni en el riesgo de muerte fetal.
Realidad
El bajo peso al nacer se relaciona con una mayor mortalidad infantil y con más riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre ellas trastornos coronarios y diabetes. La nutrición de las madres influye en el crecimiento del feto y su supervivencia.
En los países desarrollados los suplementos vitamínicos se dan de manera rutinaria a las embarazadas, pero esta práctica no está tan extendida entre los países en vías de desarrollo.
Una investigación realizada en Dar es Salaam (Tanzania) entre 2001 y 2004 con 8.468 embarazadas entre 12 y 27 semanas que no estaban infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha comprobado los efectos de las vitaminas en el peso de los bebés.
Tras dividir a las participantes en dos grupos, uno en el que las mujeres recibían suplementos vitamínicos hasta seis semanas después del parto y otro en el que tomaban un placebo, los autores vieron que el 7,8 por ciento de los hijos de madres que habían tomado vitaminas nacía con bajo peso, frente al 9,4 por ciento del grupo placebo.
Asimismo, los suplementos, que contenían vitaminas B, C y E, también redujeron el riesgo de anemia de las madres.
Todas las embarazadas que participaron en el estudio, independientemente del grupo en el que estuvieran, tomaron hierro y ácido fólico a diario.
Secretos
Los resultados del trabajo, publicados en la revista The New England Journal of Medicine reflejan también que estos suplementos no tienen ningún efecto sobre el riesgo de parto prematuro o el riesgo de muerte fetal.
Secretos
Los resultados del trabajo, publicados en la revista The New England Journal of Medicine reflejan también que estos suplementos no tienen ningún efecto sobre el riesgo de parto prematuro o el riesgo de muerte fetal.
Tampoco se registraron diferencias en ambos grupos en cuanto a las posibilidades de someterse a una cesárea para dar a luz.
No obstante, a la vista de sus beneficios y dado el bajo costo que implican, los autores concluyen que todas las mujeres embarazadas deberían recibir suplementos vitamínicos.
No obstante, a la vista de sus beneficios y dado el bajo costo que implican, los autores concluyen que todas las mujeres embarazadas deberían recibir suplementos vitamínicos.