26 abril 2007

Parches antiinflamatorios, una opción efectiva para la artrosis

A partir de la liberación progresiva de diclofenac, el dispositivo transdermal permite el abordaje de diversos procesos inflamatorios crónicos. Obtiene el mismo efecto que los comprimidos, pero evita las molestias gástricas que estos ocasionan.

La artrosis es una enfermedad degenerativa articular, que se desarrolla como consecuencia del paso del tiempo, razón por la cual se presenta, generalmente, en personas de edad avanzada.
Por décadas, se han probado diversos tratamientos, de acción local o sistémica, para lograr un abordaje satisfactorio de esta condición que suele localizarse en las rodillas, la cadera y las articulaciones de los huesos, y cuyos síntomas principales son la dificultad para moverse y el dolor.

Solución ideal

En este contexto, hace tres meses, el laboratorio Beta presentó en Argentina, los parches antiinflamatorios y analgésicos de diclofenac (marca comercial: Oxa SAT), que a partir de la liberación progresiva de esta droga a través de la piel, logran actividad sistémica, es decir, a distancia del sitio de aplicación.
Entre las principales ventajas de este producto, cuyo nombre completo es Sistema de Administración Transdermal (SAT), y que ya fue utilizado por más de 5.000 pacientes, se encuentra la posibilidad reducir la dosis diaria del principio activo, evitando además, las molestias gástricas de las formas orales. El parche debe ser colocado en una zona de poco vello y removido cada 24 ó 48 horas.
"La vía diferente de administración de este medicamento abre la posibilidad de un esquema de administración que ofrece mayor tranquilidad respecto de la intolerancia gástrica que producen los Antiinflamatorios No Esteroides (AINEs). El diclofenac es, dentro de su categoría, uno de los antiinflamatorios más efectivos", ponderó el doctor Antonio Catalán Pellet, médico reumatólogo argentino, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Rivadavia de Buenos Aires, al ser consultado acerca de los resultados de las primeras experiencias con esta medicación destinada no sólo al tratamiento de la artrosis, sino también de otros procesos reumáticos crónicos.
De acuerdo con el especialista, los pacientes han mostrado amplia aceptación de esta nueva forma de administración del medicamento: "Tengo un número importante de pacientes que utilizan el parche, en su mayoría mujeres de entre 30 y 55 años con dolor crónico. Lo que refieren quienes utilizan esta metodología es que encuentran interesante esta medicación, ya que la colocación es muy sencilla y los resultados obtenidos son buenos, semejantes a los de la vía oral".
Por su parte, el doctor Osvaldo Messina, jefe del departamento de Reumatología del Hospital de Agudos Cosme Argerich, indicó a la agencia noticiosa Pro-Salud News que su "experiencia con el parche de diclofenac es buena. No se despega y es útil en los casos de dolor leve o moderado asociado a artrosis o a reumatismo de partes blandas".
Con respecto a la tecnología utilizada, el doctor Messina refirió que "la vía transdérmica es novedosa y se reserva para los casos con dolor leve a moderado. Es una nueva manera de administrar, en este caso diclofenac, que es uno de los más antiguos y eficaces AINEs que se indican en medicina general en todo el mundo".

Antecedentes

La utilización de parches para el tratamiento de afecciones crónicas no es una novedad. Según los dichos del profesor Francisco Stefano, "la investigación en parches transdermales nació en la década del '80, cuando un investigador uruguayo radicado en Estados Unidos ideó un producto para los mareos del viajero que se colocaban detrás de la oreja. Luego, se observó que algunos medicamentos administrados en forma tópica o local producían efectos colaterales sistémicos por absorción a través de la piel, y que era posible lograr con ciertos medicamentos una adecuada absorción transdermal capaz de lograr una acción terapéutica sistémica".
Segun el científico "el desafío farmacológico es conseguir un producto que libere el principio activo en cantidad adecuada, con un método de manufactura que le otorgue una vida útil suficiente, y que cumpla con las normas de calidad requeridas".
En el caso del parche argentino, el objetivo fue determinar si una dosis baja de diclofenac con sostenida permanencia en sangre tenía la misma eficacia que una dosis alta que dura poco tiempo en sangre como ocurre con los comprimidos de liberación simple.
"Los puntos a tener en cuenta para el desarrollo de un parche son la selección de la droga, pues no cualquiera puede ser utilizada en un transdermal, la elección del adhesivo y los excipientes, la modulación de la velocidad de liberación del principio activo, y la determinación de la dosis", concluyó el doctor Stefano.



Para mayor información:
- Sociedad Argentina de Reumatología: http://www.reumatologia.org.ar
- Laboratorio Beta: http://www.betalab.com.ar