25 julio 2008

Obesidad / Nuevo Tratamiento

El enfoque cognitivo conductual,
nueva opción para bajar de peso

A través del automonitoreo de la ingesta de alimentos, el control de los estímulos del ambiente y el manejo del estrés, se pueden lograr cambios en el estilo de vida en el largo plazo, con el objetivo de combatir la obesidad y sus riesgos asociados.


Tratar el sobrepeso es una tarea que en algunos casos puede tornarse crónica, sobre todo ante la presencia de los trastornos asociados a la obesidad. El esfuerzo diario genera altibajos que para prevenirse requieren la modificación profunda de determinados hábitos y costumbres.
Justamente, ésa es sólo una de las instancias que contempla el Enfoque Cognitivo Conductual para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, abordaje desarrollado y presentado por la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA).
"La terapia cognitiva conductual es una estrategia, una herramienta aplicable a cualquier tratamiento que implique cambio de conducta y comportamiento. Es decir que no estamos hablando de un abordaje exclusivo para una afección en particular, sino de una forma de hacer frente a una problemática como la obesidad o el sobrepeso que requiere una intervención a largo plazo y en la cual el estilo de vida es un punto importante", postuló el doctor Julio Montero, presidente de SAOTA.
El mismo especialista agregó que "esto es especialmente importante para aquellos que padecen afecciones crónicas, dado que pueden resultar muy beneficiados cambiando algunos aspectos o actitudes".

Los secretos

La intención del método -entendido como una forma o manera de abordar una determinada problemática- es lograr la modificación real de la conducta y los hábitos alimenticios de las personas, estableciendo objetivos alcanzables y sobre todo posibles de medir mediante diversos sistemas: "El éxito se alcanza cuando el paciente consigue un resultado previsto que debe haber sido previamente definido en función de lo posible y del beneficio que produce. 'Posible' significa lo que realmente se podría conseguir y no aquello considerado como 'ideal', porque eso frecuentemente es un concepto teórico. Tampoco debe considerarse exitoso conformarse con cambios si estos no producen beneficios", dijeron los profesionales desde SAOTA.
El primer paso consiste en conocer los indicadores: el Índice de Masa Corporal (IMC), el riesgo cardiovascular y el perímetro de cintura. El IMC se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado, operación que permite obtener un número. Si esa cifra es igual o mayor a 25 significa que la persona sufre sobrepeso u obesidad.
Por su parte, el riesgo cardiovascular y el perímetro de cintura están relacionados y forman parte de una afección denominada Síndrome Metabólico que engloba diferentes desajustes tanto en el colesterol como los triglicéridos y la hipertensión arterial. Para las mujeres, la "medida límite" es 80 centímetros, mientras que para los hombres la barrera se ubica por debajo de los 94 centímetros.

Procedimiento simple

Una vez conocido el estado del paciente, comienza el tratamiento que es una combinación de diversas "estrategias" clave:
- el automonitoreo según el cual el paciente debe registrar sus hábitos y tener noción sobre su alimentación diaria a fin de conocer y detectar sus situaciones críticas;
- el control de estímulos que tiene que ver con el manejo de las situaciones ambientales que se relacionan a la sobrealimentación y la baja actividad física;
- la reestructuración cognitiva entendida como la modificación de pensamientos, creencias y necesidades que surgen desde el interior de cada uno;
- el manejo del estrés, aspecto fundamental para reducir la ansiedad y
- el apoyo social que se obtiene de la interacción con otros pacientes.
A todas estas instancias debe sumarse la Dietoterapia que trata distintas problemáticas como el exceso de peso, el apetito, los factores de riesgo asociados a la obesidad y las alteraciones metabólicas.
Al respecto, la doctora Rosa Labanca (miembro directiva de SAOTA) expuso que "la conjunción de estrategias es fundamental porque, por ejemplo, para algunos el 'medio' o entorno funciona como elemento 'conductista', o sea que genera condiciones de vida que inducen a adoptar determinados comportamientos que a la larga pasan a constituir un 'modo de vida' que tal vez sea diferente al que tendrían si se manejaran en otro ámbito. A veces, las condiciones que resultan de la adaptación a las condiciones externas pueden no ser las mejores o las más convenientes si pensamos en la biología de cada persona, porque pueden provocar determinadas afecciones, en especial las conocidas como enfermedades de la civilización”.
Para concluir, la médica (que se desempeña como docente adscripta de la cátedra de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires) dijo que "también es muy importante la motivación. Es un componente que no puede faltar dado que se trata del 'motor' que nos impulsa a buscar alternativas o cambios”.

Más información:
- Sociedad Argentina de Nutrición:
http://www.sanutricion.org.ar
- Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA):
http://www.saota.org.ar